Banda Municipal de Música de Bilbao

NOTAS AL PROGRAMA

La relación entre el ser humano y la naturaleza siempre ha sido un punto fundamental para su desarrollo, tanto la naturaleza en la que vivimos y crecemos como la que experimentamos siendo sus huéspedes, por primera vez o repetidamente. El mar en particular parece tener una fuerza especial, capaz de marcar tanto a las personas que nacen en países costeros como a las que lo experimentan esporádicamente. De alguna manera moldea su carácter, deja marcas, a menudo comunes en quienes se sienten particularmente cerca de él. Los dos primeros compositores de este programa tienen precisamente esto en común, ya que son personas profundamente apegadas a su territorio y han sido influenciadas por él en varias ocasiones durante su carrera compositiva.
Bernardo Adam Ferrero es un músico de referencia en toda España. A pesar de realizar sus estudios por todo el mundo, nunca olvidó su origen valenciano que le influyó tanto en la vida, eligiendo a menudo volver a su Comunidad para trabajar, como en sus obras, donde hay continuas referencias a su cultura natal. Un ejemplo de ello es el díptico Danses Valencianes, basado en dos bailes típicos de Algemesí, el Ball dels bastonets y la Jota valenciana.
Quizás aún más apegado a su territorio fue Ennio Porrino, que también dejó su amada tierra para estudiar y a la que volvió para vivir y trabajar. Porrino ha compuesto obras muy diversas de todo, desde ópera hasta música sinfónica y de cámara. Cerdeña siempre está presente, es un hilo conductor que acompaña toda su producción. En Nuraghi (edificio megalítico de Cerdeña) se inspiró en estas increíbles construcciones que datan del segundo milenio a.C. y cuya función sigue siendo objeto de estudio por parte de los expertos. Se compone de 3 danzas, de tierra, agua y fuego, que evocan, a través de un lenguaje actual, sensaciones ancestrales.
Pero el mar no sólo ha inspirado a las personas que nacieron y crecieron cerca de él: en 1997 Frigyes Hidas escribió su sinfonía Save the sea, dedicada a la conferencia mundial sobre la protección de los mares que se celebró el año siguiente en Portugal. Se trata de una pieza de 5 movimientos en la que brilla una clara inspiración de la música francesa, de Debussy en particular, y toda la experiencia que el maestro húngaro adquirió a lo largo de décadas de carrera como compositor, director de orquesta y director artístico en importantes teatros de su país.
Andrea Gasperin