Colaboraciones
Profesores/as de la Banda Municipal
Directores/as, Solistas, Agrupaciones
Juan Carlos Pérez Luque
PERCUSIÓN
EN CLAVE DE SOL Octubre 2012
Con un abuelo acordeonista que dirigía su propia orquesta y ambos progenitores dedicados profesionalmente a la música, la vocación de Juan Carlos Pérez Luque, percusionista de la Banda Municipal, estaba cantada. "De hecho, yo nací en Palencia porque mis padres estaban trabajando allí, tocaban en una sala de fiestas y, por lo que me han contado, casi casi nací en el escenario".
Con 38 años recién cumplidos, Juan Carlos lleva prácticamente una década como titular en la Banda, ocupándose de timbales, xilófonos, platos, marimbas, vibráfonos y demás instrumentos de percusión. Los tres percusionistas de la formación municipal son los únicos que cuentan con este "privilegio": frente a la dedicación exclusiva del resto de sus compañeros a un solo instrumento de viento, ellos se ocupan de toda una "familia" que requiere técnicas muy diversas y de la que se obtienen sonoridades no menos variadas.
Su primera infancia la pasó en buena parte con su abuelo en Bilbao, mientras sus padres continuaban trabajando en orquestas de diferentes ciudades. Su padre era guitarrista, su madre multiinstrumentista, ya que estudió piano, pero habitualmente tocaba también la guitarra o el bajo eléctrico. "La verdad es que no es solamente por mis padres y mi abuelo: mi bisabuelo formó parte de la Banda de Erandio, y solamente con miembros de mi familia ¡hemos llegado a formar una orquesta!". Y entre los integrantes de ese conjunto musical doméstico estaba uno de sus tíos, timbalero de la Sinfónica de Bilbao y uno de las influencias más perdurables para Juan Carlos como profesor en sus años de carrera de percusión en el Conservatorio de Bilbao.
En este caldo de cultivo, el hoy percusionista de la Banda Municipal no tuvo muchas dudas respecto a su futuro profesional cuando concluyó el COU: "No me llamaba mucho ninguna carrera universitaria, así que decidí apostar por algo que de verdad me encanta". La influencia del abuelo le llevó en sus inicios hacia el acordeón, "pero es un instrumento que no tiene mucha salida profesional, y además a mi me llamaba el ritmo, sobre todo la batería".
Antes de obtener la plaza en la banda bilbaína, su trayectoria incluyó una década en la de Portugalete, además del paso por la Joven Orquesta de Euskadi, una decena de conciertos con la Sinfónica de Bilbao, y experiencia docente en las escuelas de música de Eibar y Barakaldo.
Conseguir la plaza en la Banda Municipal ha supuesto "la mejor opción profesional que se me podía presentar", y se muestra muy satisfecho por una actividad musical en la que prima la diversidad: "La verdad es que tenemos un repertorio enormemente variado, que incluye desde piezas de música clásica a temas populares, pasando por la zarzuela o la música contemporánea, entre otros estilos musicales".
Esa misma variedad se traslada también a la esfera personal, a la hora de escoger entre sus géneros favoritos: "Me gusta todo tipo de música, porque considero que cada estilo tiene su momento: disfruto con la clásica, pero también con la música de baile, o con cualquiera que transmita sentimiento". Hasta el punto de que, cuando finalizan los ensayos y actuaciones con la Bada Municipal, sigue dedicando parte de su tiempo libre a cultivar experiencias musicales de lo más variado: "Ahora mismo toco en dos grupos diferentes: uno de folk y otro de flamenco fusión".